Reflexión: El Valor de la Sabiduría. ¡interesante!
“La sabiduría y
el conocimiento valen más
que las piedras preciosas; ¡ni los tesoros más valiosos
se les pueden comparar!” Proverbios 3:15
En el año
2012, la familia real de Catar ha pagado 250 millones de dólares por "Los
jugadores de cartas" de Paul Cézanne, una pintura con una dimensión de 90
cms. x 130 cms., es por el momento la pieza de arte más cara del mundo, basado
no en incrustaciones de oro o instrumentos utilizados, sino en los recursos que
ocupó el artista para dicha obra.
Salomón
compara el valor de las piedras preciosas con la sabiduría y establece que no
hay relación entre ellas. ¿Por qué darle tanto valor a la sabiduría?, el mismo
escritor da las respuestas en los siguientes versículos:
a) Llena de larga vida (vs.
16):
Isabel
I, momentos antes de morir exclamó: “Todas mis posesiones por un momento más de tiempo” y
muchas personas harían lo mismo, darían lo que fueran por alargar sus vidas y
hacer el bien, abrazar a su familia, disfrutar los momentos pequeños que la
vida da. Sólo la sabiduría nos da la capacidad
de cuidar nuestra vida de la ira, depresión, tristeza, amargura y falta
de perdón.
Muchos mueren espiritualmente y sólo se dedican a
respirar. La sabiduría nos enseña a disfrutar la vida, a sacarle todo el
provecho posible, a que está vida sólo es una preparación para la eternidad y a
dar lo mejor en todo momento.
Es por ello, que la sabiduría nos hace tomar las
mejores decisiones, cambia nuestro destino, nos garantiza el éxito, nos lleva a
Dios, para que el forme parte de esta vida y poder recibir, a través de creer
en Jesucristo, la vida eterna.
b) Buena fama (vs. 16):
La
sabiduría nos hace ser íntegros. La integridad es hacer lo correcto siempre. Se
esté acompañado o solo. Sea difícil lo que se debe hacer. Esto nos asegura el
buen nombre y es allí donde la sabiduría aparece, nos conduce por el camino
correcto, evita cometer errores, ayudándonos a construir un buen nombre en la
intimidad y delante de las demás personas.
c) Riqueza (vs. 16):
El
dinero se acaba. Las posesiones se pierden. El poder transforma. Sólo la
sabiduría nos da la capacidad de manejar todo aquello sin dificultades. A la
vez, nos hace darnos cuenta que la capacidad de ser feliz o infeliz, no está
ligada al dinero que haya en una cuenta bancaria, sino en disfrutar la vida y
conducirse correctamente.
Además,
la sabiduría nos capacita y enseña a que un abrazo vale más que un buen traje.
Que con dinero se puede conseguir mujeres para tener sexo, pero sólo amando se
puede tener una esposa. Que se puede adquirir una casa, pero un hogar se
construye en base a la confianza, amor y fidelidad. Eso nos hace ser ricos. Lo
demás, sólo nos ayuda a sobrevivir.
Conclusión
final. Los hombres pagarían por tener un minuto extra de vida. Todos
desearíamos enmendar errores cometidos en el pasado que han dañado nuestra
integridad y todos, al final de nuestra vida, la mayor riqueza se encuentra en
el amor que recibimos y en nuestro destino eterno, de vivir con Cristo para
toda la eternidad. Y el camino a seguir es la S-A-B-I-D-U-R-I-A.
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